– Transforman los anti-nutrientes que existen de manera natural en los alimentos como el ácido fítico, lectinas, inhibidores enzimáticos, entre otros.
– Potencian la biodisponibilidad de los nutrientes en los alimentos como los aminoácidos, ácidos grasos y otros micronutrientes como vitaminas B, C y A, y minerales como el magnesio, manganeso y zinc.
-Ayudan en los procesos de desintoxicación de una gran variedad de toxinas incluidos los metales pesados.
-Inhibe los patógenos, es decir ayuda a conservar por más tiempo los alimentos.
– Intensifica los sabores de los alimentos.
– Son fuentes de microorganismos vivos probióticos que aportan a que tengamos una microbiota intestinal sana y diversa. La microbiota cumple múltiples funciones en nuestro organismo, sobre todo vinculados al sistema digestivo, inmunológico y hormonal, entre otros. Se han llegado a describir hasta 22,000 funciones biológicas distintas de la microbiota en nuestro organismo.