“El acto de moverse sugiere la existencia del ser y de una forma de ser, ya que la verdad del cuerpo no sólo cae en su utilidad biológica, pero en revelar la verdadera naturaleza de las cosas a través del acto de moverse” Nikos C. Apostolopoulos

Movimiento vs ejercicio

En una cultura de autos, trabajos y juegos basados en computadora, alimentos empacados, televisores y celulares, la mayoría de nuestras actividades (trabajo, familia y hobbies) se han vuelto libres de movimiento, o consisten sólo en un rango pequeño de movimientos repetitivos. Nuestro estilo de vida, nos lleva a ser una sociedad sedentaria (Bowman, K.; 2018).

Es por tal motivo, que hemos creado el denominado ejercicio. El ejercicio es una actividad física planificada, estructura y repetitiva y con un objetivo concreto, usualmente vinculado a la salud y estética física. Lamentablemente, la práctica de los ejercicios ha sido foco de calificación, comparación y compensación, por ejemplo, cuando una persona siente que ha comido de más. Para un/a niño/a que no era considerado bueno/a en algún deporte o ejercicio socialmente valorado, esa actividad no estaba vinculada a una sensación de bienestar y alegría, sino a frustración y autocrítica.

Es por eso, que para muchas personas, el ejercicio es una tarea a tachar de la lista de quehaceres, es algo que se debe hacer si uno/a quiere lograr los objetivos de quemar calorías, tonificar músculos, bajar de peso, y en el mejor de los casos, mejorar la salud física (Hartley, R.; 2020). Por supuesto que el ejercicio puede ser válido y útil para muchas personas, pero para aquellas que no les funciona, siempre hay nuevas formas de moverse y disfrutar ese movimiento.

Por otro lado, hay estudios que han mostrado que personas que practican ejercicios intensos solo durante el fin de semana, pero que pasan sentados o echados la mayoría del tiempo durante semana, tienen los mismos impactos negativos en la salud que aquellos que son completamente sedentarios toda la semana (Kresser, C.; 2020). Es que el cuerpo no está hecho para ejercitarse solo cuando nos sobra tiempo, el movimiento es algo innato en nuestra evolución y bienestar.

Nuestros ancestros no se ejercitaban, solamente vivían. Pasaban naturalmente muchas horas al día en la intemperie bajo el sol cazando y recolectando. La pasaban saltando, trotando, trepando intermitentemente a lo largo del día, además de caminar y correr, en contacto con su entorno (Kresser, C.; 2020).

El movimiento nos permite relacionarnos con el entorno desde que nacemos, nos permite percibir y sentir en espacio y tiempo. El movimiento es más que un acto físico, crea un entendimiento cognitivo, un aspecto primario de la existencia humana a través de la experiencia. El movimiento le permite al cuerpo llegar a ser uno con la vida, y entender y crear el ser a partir de la integración de los ambientes interno y externo del cuerpo (Apostolopoulos, N.; 2019). El movimiento ocurre incluso más allá de la acción musculo-esquelética, nuestro cuerpo se mueve a nivel celular, cuando respiramos, cuando nuestro corazón palpita, cuando nuestras células se regeneran (Bowman, K.;2018).

Debemos movernos, pero para que este movimiento sea sostenible en nuestro día a día, debemos disfrutarlo. Por eso hay que buscar movimientos que nos brinden placer, movimientos intuitivos que surjan de conectarnos y oír a nuestro cuerpo, movimientos que transmitan nuestras emociones, no en vano las palabras emoción y movimiento provienen de la misma palabra en latín, movere.

Impacto del movimiento en la salud

Al igual que la alimentación, el movimiento es una forma de medicina y está vinculada a nuestra salud en muchos más aspectos de los que la mayoría cree. Abajo les comento algunos de ellos.

Salud ósea

El movimiento aumenta la densidad ósea y previene la osteoporosis. El hueso es tejido vivo, cambia con el tiempo en respuesta a las fuerzas que actúan sobre él. Cuando uno se mueve regularmente, el hueso se adapta construyendo más hueso y volviéndose más denso (Klimenko, E.; 2021).

Mejora el sueño

Los movimientos que promueven el trabajo cardiovascular en el día aumentan la temperatura del cuerpo, lo que actúa como una señal que dice que es momento de estar despierto y activo, ayudando de esta manera a regular nuestro reloj interno que llevará a que en la noche recibamos señales de que es hora de dormir. Por otro lado, hay estudios que han demostrado que ejercicios aeróbicos moderados aumentan nuestras ondas bajas de sueño, que es el sueño profundo, durante el cual, el cerebro y el cuerpo se reparan (hopkinsmedicine.org)

Asimismo, una de las cosas que promueve un buen sueño es estar cansado cuando llega la hora de dormir. Estar físicamente activo durante el día ayuda a lograr esto.

Salud mental

Durante e inmediatamente después de realizar largos y/o intensos movimientos, el cerebro libera endorfinas, lo que crea una sensación de felicidad. El ejercicio también estimula la liberación de neurotransmisores que regulan el humor, como al dopamina, norepinefrina y serotonina; además reduce la sensación de estrés al regular las hormonas del estrés como el cortisol y adrenalina (Klimenko, E.; 2021). Así que, si te sientes algo ansioso o deprimido, irte a dar una vuelta, a pasear a tu mascota o bailar un poco en casa podría ayudar.

Salud del cerebro

Otro beneficio del movimiento es que estimula la actividad cerebral. Se solía pensar que las células cerebrales no se regeneraban, que con los años simplemente iban muriendo poco a poco. Sin embargo, ahora ya se sabe que no sólo las células pueden regenerarse, sino que el cerebro es plástico, puede modificarse.

Durante movimientos constantes del cuerpo, el cerebro libera el Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro, el cual estimula la regeneración y crecimiento de las neuronas. Asimismo, el movimiento incrementa el tamaño del hipotálamo, la parte del cerebro responsable del aprendizaje y memoria. Además, durante el movimiento, aumenta el ritmo cardiaco, lo que lleva a un mayor flujo de sangre al cerebro, y por lo tanto a mayor oxigenación y nutrientes para el mismo (Klimenko, E.; 2021).

Prevención de enfermedades

Los genes cargan el arma, pero el estilo de vida aprieta el gatillo. ¿Han escuchado de esta expresión? Básicamente significa que, si bien los genes determinan probabilidades, el estilo de vida y nuestro entorno tienen la capacidad de definir si esos genes se expresan o no. Uno de los factores que forman parte del estilo de vida es el movimiento. El movimiento reduce la inflamación, que es la causa principal de las enfermedades crónicas.

Asimismo, el movimiento estimula la traspiración, uno de los caminos de desintoxicación que tiene el cuerpo, que permite reducir las toxinas que contribuyen al envejecimiento celular y al desarrollo de las enfermedades crónicas. El movimiento, también mejora el metabolismo del azúcar lo que ayuda a prevenir la diabetes y enfermedades cardiovasculares (Klimenko, E.; 2021).

Longevidad

La mayoría de las personas quieren vivir mucho, pero saludables. Esto es cierto en algunos lugares del mundo, las denominadas zonas azules, llamadas de esta forma por el Dr Valter Longo, director del Instituto de Longevidad de la Universidad Davis School of Gerontology de Los Angeles. Estas zonas son 5 lugares en el mundo: Okinawa-Japón, Sardinia-Italia, Nicoya-Costa Rica, Ikaria-Grecia y Loma Linda-California. Con los años, se han ido encontrando más de estos lugares, y de acuerdo a los estudios, varios son los factores que las personas que viven en estos lugares tienen en común, uno de ellos: el movimiento.

Cuando Dan Buettner le pregunto a un costarisence muy viejo que comparta su secreto para vivir tanto, le respondió que disfrutaba hacer trabajo físico toda su vida. Cuando le preguntó lo mismo a los pastores de Sardinia, le respondieron que cada año dejaban sus hogares en noviembre para llevar a sus ovejas a elevaciones más bajas y áreas más calientes, donde los animales puedan encontrar comida, y no retornaban sino hasta abril del siguiente año (Valter Longo)

Y entonces uno se pregunta ¿cuál es la actividad física que más ayuda a ser longevo?. Según Valter Longo, aquel que más disfrutes pero que además puedas incorporar fácilmente en tu día a día, y que puedas seguir practicando hasta que cumplas 100 años.

Movimiento y conexión cuerpo-mente-emociones y espíritu

Dado que los seres humanos nos comunicamos a través de nuestro cuerpo mucho antes de aprender a hablar, el lenguaje del cuerpo es en esencia nuestro lenguaje nativo. Este lenguaje es el medio más básico para reconocer nuestras necesidades y expresarnos. Es fácil identificar cuando una persona está triste, enojada, feliz o entusiasmada sólo al observar su cuerpo y sus expresiones, sean con movimientos más tenues o más amplios.

El movimiento nos define desde el momento en que pateamos la matriz de nuestra madre hasta nuestro último suspiro. Durante toda nuestra existencia estamos participando en el baile de la vida y experimentamos el poder del movimiento (Kleinman, S.; 2017). Debemos rescatar el amor y agradecimiento por nuestro cuerpo, por todo lo que nos brinda, desde lo más simple hasta lo más maravilloso.

Siempre hemos escuchado que la mente es muy poderosa y puede afectar tu salud, o que las emociones pueden enfermarte o curarte. Y estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo, también es cierto que la sanación puede empezar desde el cuerpo, desde el movimiento hacia la mente, la emoción o el espíritu (Stringfellow, J.; 2012).

Toda experiencia no resuelta o trauma queda registrada en el cuerpo, y si no se la trabaja, usualmente conlleva diferentes malestares o enfermedades físicas, emocionales o mentales. Las primeras evidencias de la memoria celular muestran que, no es sólo el cerebro, sino las células del cuerpo las que podrían contener una huella de eventos traumáticos anteriores (somatic experiencing spain, 2020).

El cuerpo de las víctimas de maltrato infantil, por ejemplo, está tenso y a la defensiva hasta que encuentran el modo de relajarse y sentirse seguros. Esto requiere tener experiencias que puedan restaurar la sensación de seguridad física. Pero antes necesitan ser conscientes de sus sensaciones y del modo en que su cuerpo interactúa con el mundo que los rodea. La autoconcienciación física es el primer paso para liberarse del pasado (Van Der Kolk, B.; 2019).

En este sentido, es simple entender que existen terapias corporales, que usan el movimiento para ayudar a sanar a las personas de manera integral.

Pero no estamos hablando de moverse por moverse. El simple hecho de hacer unas sentadillas no te acercará a tu evolución espiritual, al menos que lo hagas estando presente, consciente, escuchando y observando tu cuerpo mientras lo acompañas con la respiración, y lo haces además de manera constante.

No todos los movimientos son para todas las personas, y eso está bien. Pero todos y todas debemos buscar movernos para reconectarnos con nuestro cuerpo, lo que nos llevará a reconectarnos con nuestro propio ser y todas sus aristas. Te invito a que experimentes con algún movimiento que no solías hacer, por ejemplo, estirarte al levantarte de la cama, cocinar en casa, ir a pasear por la naturaleza que quede cerca de tu casa, o quizá a trabajar de parado en la computadora. Cuando hagas estos movimientos, intenta estar presente y evidenciar qué está sintiendo tu cuerpo y que emociones te generan, busca aquellos que disfrutas y sigue practicándolos!

Bilbiografía

 

Apostolopoulos, N.; 2019. What is Movement? International Journal of Kinesiology & Sports Science, volume 7, issue 1

Blue zones, 2018. What Exercise is Best for Optimal Health and Longevity?

https://www.bluezones.com/2018/01/what-exercise-best-happy-healthy-life/

Bowman, Katy; 2018. Move your DNA: Movement ecology and the difference between exercise and movement. Journal of evolution and health

Hartley, R.; 2020. Movement vs. Exercise: how to be more active without feeling miserable

https://www.rachaelhartleynutrition.com/blog/2015/08/mindset-shift-to-start-a-consistent-exercise-habita-consistent-exercise-habit

Jhon Hopkins Medicine. Exercising for Better Sleep

https://www.hopkinsmedicine.org/health/wellness-and-prevention/exercising-for-better-sleep

Kleiman, S.; 2017. Dance Movement Therapy Can Connect Mind and Body

https://www.eatingdisorderhope.com/treatment-for-eating-disorders/types-of-treatments/body-movement-dance-therapy/professional-techniques

Klimenko, E.; 2021. Movement as medicine

https://www.drelenaklimenko.com/movement-as-medicine/

Kresser, C.; 2018. Why You Need to Move Every Day to Get the Benefits of Exercise

https://chriskresser.com/why-you-need-to-move-every-day-to-get-the-benefits-of-exercise/

Somatic Experiencing Spain, 2020. Cómo el trauma sin resolver queda “almacenado” en el cuerpo

https://somatic.experiencing.es/como-el-trauma-sin-resolver-queda-almacenado-en-el-cuerpo/

Stringfellow, J; 2012. Embodying Change: How Movement Can Transform Your Life

https://www.spiritualityhealth.com/articles/2012/09/21/embodying-change-how-movement-can-transform-your-life

Van Der Kolk, B.; 2019. El trauma psicológico también se sufre en el cuerpo

https://www.cuerpomente.com/salud-mental/efectos-trauma-psicologico-cuerpo_1567